NOTIVIDA,
Año XI, Nº
782, 25 de octubre de 2011 Corrientes,
Argentina DÉJENME PENSAR
DISTINTO Es el pedido de una jueza correntina que
rehúsa ser adoctrinada en la “ideología de género” porque contraviene sus
convicciones personales. Médicos, docentes, jueces… nadie escapa de las garras
de un régimen autoritario que ha emprendido la revolución cultural.
Por Mónica del
Río La Dra. María Eugenia Sierra de Desimoni,
Vocal de la Sala IV de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial elevó un
petitorio al Superior Tribunal de Justicia de Corrientes formulando objeción de
conciencia a fin de que se la exima de la obligación de asistir a los Talleres
para Magistrados, del “Plan para
incorporar la perspectiva de género en la Justicia”, impulsado por la
C.S.J.N. a través de la “Oficina de la Mujer” (O.M.), que depende directamente
de la jueza Carmen Argibay.
Desimoni se vio obligada a hacer este
pedido porque el STJ de Corrientes dispuso, mediante acordada, que los talleres fueran de
“asistencia obligatoria para quienes cumplen tareas en los juzgados y tribunales
colegiados” de la provincia. En el petitorio sostiene: “No invoco la objeción de conciencia para
excusarme de resolver un caso sometido a mi decisión jurisdiccional, sino que la
invoco porque desde la Superintendencia se me impone un adoctrinamiento en la
perspectiva de género a través de la asistencia obligatoria a talleres que son
parte de un programa que tiende a convencerme de la ideología que lo
alienta. Dicho programa contraviene
mis íntimas convicciones personales”. El Plan para
incorporar la perspectiva de género en la Justicia argentina El
“Plan para incorporar la
perspectiva de género en la Justicia argentina” afirma en su presentación
que “El concepto
de género es una construcción social que se genera, se mantiene y se reproduce,
fundamentalmente, en los ámbitos simbólicos del lenguaje y de la cultura. Sin embargo, mientras esos cambios
culturales se producen, a la justicia le compete impulsar estas modificaciones,
reproduciendo los nuevos roles y lugares para el quehacer de varones y
mujeres en consonancia con los paradigmas internacionales ya modificados para
aplicarlos a las relaciones entre los justiciables”. El Programa diseñado por la O.M. de la
Corte tiene como uno de sus objetivos
“permitir la comprensión de que el
concepto de género es una construcción social de la que todos participamos y
que, por lo tanto, podemos transformar” (punto 2.b Objetivos
parciales). Para
llevar adelante el Plan, la O.M. elaboró el “Protocolo de trabajo en talleres para una
justicia con perspectiva de género” (hay protocolos para magistrados,
funcionarios y personal administrativo de la justicia, validados por el Sistema de Naciones
Unidas en Argentina). El proyecto ha sido respaldado por diversas agencias
(ONU-Mujeres, UNICEF, PNUD, UNPFA, OPS) que prestarán ayuda financiera para su
realización. El Protocolo tiene en la ETAPA 1: un
módulo de compromiso y transformación, previéndose que este compromiso
pueda implicar, en algunos niveles, enviar periódicamente las resoluciones,
proveídos y/o fallos, o completar encuestas, en las que la persona que haya
asistido al taller considere que se ha aplicado la perspectiva de género en la
dependencia en la que preste funciones a su cargo. La ETAPA 4 consiste en A) el
monitoreo por parte de miembros de la O.M. como de auditores externos, y
B) Transcurrido un año de iniciada la réplica se realizará un encuentro de todos
los actores involucrados a fin de evaluar la efectividad del programa …
“El proceso se reiniciará una y otra vez” (www.csjn.gov.ar). Los fundamentos de
la objeción de conciencia de la jueza Desimoni Reconocemos que nos
cuesta extractar sólo unos párrafos de un petitorio, valiente e ilustrativo, que
amerita su lectura completa. Dice la Dra. Desimoni: “La
perspectiva de género es una ideología (es decir, es un sistema de
pensamiento cerrado) que defiende que las diferencias entre el hombre y la
mujer, a pesar de las obvias diferencias
anatómicas, no corresponden a una naturaleza fija, sino que son unas
construcciones meramente culturales y convencionales, hechas según los roles
y estereotipos que cada sociedad asigna a los sexos”. (.) “Esta ideología propone la búsqueda de la “liberación
total” del hombre en todos los órdenes, tras la de-construcción del lenguaje, de las
relaciones familiares, de la reproducción, de la sexualidad, de la educación, de
la religión, de la cultura, etc. Cuando el hombre se libere de todo eso -dicen-
será libre”. (.) “La ideología de género se plantea destruir una serie de
realidades que denominan "roles". Roles
de la masculinidad y feminidad. Los ideólogos de género defienden que el ser
humano nace sexualmente neutral y que luego es socializado en hombre o mujer”.
(.) “La
ideología de género no batalla por la equiparación de la mujer”
-afirma- “sino que lucha para que no haya distinción
de sexos, que es algo distinto.” (.) “Todo
ordenamiento positivo está basado en unos principios éticos, en una determinada
visión antropológica y, en última instancia, en concepciones morales y sobre
el hombre. Esta afirmación es válida aún manteniendo el correspondiente ámbito
de autonomía y distinción entre derecho y moral. (.) Ni a nivel
legal, ni a nivel personal, existen posiciones moralmente ‘neutrales’”.
“El esquema
de valores, al que adhiero, se asienta sobre la convicción precisamente
contraria a la que se me pretende impartir en los talleres de perspectiva de
género, con asistencia obligatoria”: “Desde la
religión que profeso (católica apostólica romana) se sostiene que ‘La ideología de género es la última
rebelión de la creatura contra su condición de creatura. Con el ateísmo, el
hombre moderno pretendió negar la existencia de una instancia exterior que le
dice algo sobre la verdad de sí mismo, sobre lo bueno y sobre lo malo. Con el
materialismo, el hombre moderno intentó negar sus propias exigencias y su propia
libertad, que nacen de su condición espiritual. Ahora, con la ideología de
género el hombre moderno pretende librarse incluso de las exigencias de su
propio cuerpo: se considera un ser autónomo que se construye a sí mismo; una
pura voluntad que se autocrea y se convierte en un dios para sí mismo’
(Cardenal Joseph Ratzinger)”. “Entiendo que
la diferencia entre hombre y mujer es natural, el sexo biológico viene
determinado por los cromosomas XX en la mujer y XY en el varón. Es una misma
naturaleza humana que se posee de modo distinto. Eso significa que la unidad y
la igualdad entre el varón y la mujer no anula las diferencias entre
ellos”. “Para demostrar la sinceridad de la creencia, basta
con referirme a que he jurado ‘por Dios,
la Patria y los Santos Evangelios’ porque profeso la religión católica,
apostólica, romana y como la postura de la Iglesia Católica frente a la
ideología de género es de conocimiento público (.) constituye suficiente prueba
de mis convicciones personales”. “Adjunto libreta de familia cristiana, donde consta
mi casamiento religioso y el bautismo de mis tres
hijos”. Sostiene Desimoni que el Plan, tal como
fue diseñado por la Oficina de la Mujer de la C.S.J.N., contraviene el derecho a
profesar libremente sus ideas y afecta su libertad de conciencia, porque “va más
allá de simples exposiciones o sugerencias, clases magistrales informativas,
porque está elaborado en etapas”, e incluye el monitoreo y la
evaluación, tras los cuales
se realizarán los ajustes necesarios
y “el proceso se reiniciará una y
otra vez!!!!!”. Finalmente clama: “Solo pido: Déjenme pensar
distinto”. _________________________________________ NOTIVIDA, Año XI, Nº
782, 25 de octubre de 2011 Editores: Lic.
Mónica del Río y Pbro. Dr. Juan C. Sanahuja Página web:
www.notivida.org Email:
notivida@hotmail.com
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