NOTIVIDA, Año VI, nº 356, 31 de mayo de 2006 Río Negro, Argentina OBISPOS CONTRA EL ABORTO -QUIRÚRGICO Y
FARMACOLÓGICO- En un comunicado emitido en el día de la
fecha los obispos de Río Negro exhortan a sus legisladores a respetar el Derecho
a la Vida y a las comunidades cristianas a defenderlo. La genética moderna, afirman los prelados, ha
demostrado que aún antes de la implantación “queda fijado el programa de lo que
será este ser viviente, a saber: un ser con vida humana provisto ya con
todas sus notas propias y características, de manera que con la fecundación ha
comenzado la maravillosa aventura de una vida nueva; cada una de cuyas grandes
capacidades exige tiempo para ponerse a punto y estar en condiciones de actuar”
(…) “Por otra parte, desde la más elemental ética, aunque hubiera alguien
que tuviese alguna duda sobre la cuestión de la concepción humana desde el
principio, sería igual objetivamente un acto criminal atreverse a afrontar el
riesgo de un homicidio”. Consignamos a continuación el texto completo
de la declaración: EL DERECHO A “TODO INDIVIDUO TIENE DERECHO A LA VIDA, A
A las Comunidades cristianas de nuestras
Diócesis Los Obispos de Río Negro volvemos a
escribirles para reiterar nuestra posición frente a la defensa de la vida
humana, que debemos respetar en todo momento y en cualquier circunstancia,
convencidos de que “la verdad, de hecho, encuentra fuerza en sí misma y no en el
consenso que recibe” (Benedicto XVI, 18-03-06). Lo hacemos ahora en que vuelve a
ponerse en discusión en nuestra Provincia la “despenalización del aborto”.
Queremos decirles lo siguiente. El respeto a la vida humana no es algo que se
impone únicamente a los cristianos; pues también la razón por sí misma lo exige
basándose en el análisis de lo que es y debe ser una persona. Constituido por
una naturaleza racional el hombre es un sujeto personal, capaz de reflexionar
por sí mismo, de decidir acerca de sus actos y por tanto de su propio destino:
es libre. Por consiguiente, es dueño de sí mismo, o mejor –puesto que se realiza
en el tiempo– tiene capacidad para hacerlo; esa es su tarea. Vive en la
comunidad de sus semejantes, se enriquece en la comunión interpersonal con
ellos, dentro del indispensable medio ambiente social. Frente a la sociedad y a
cada hombre en particular, cada persona humana tiene el derecho de poseerse a sí
mismo; como también poseer su vida y sus diversos bienes, y de exigir esto
en estricta justicia para todos. Sobre los derechos y los deberes recíprocos
de la persona y la sociedad, incumbe a la Ética iluminar las conciencias; al
Derecho determinar y ordenar los deberes que hay que prestar socialmente. Ahora
bien, hay un conjunto de derechos que la sociedad, ciertamente no puede conceder
porque son anteriores a ella, pero que tiene la misión de tutelar y hacer valer;
tales son la mayor parte de los llamados hoy día “Derechos del hombre” y de cuya
declaración nuestra época se gloría. (Declaración Universal de los Derechos
Humanos.-10-XII-1948- Organización de las Naciones Unidas) El primer derecho de una persona humana es el
Derecho a vivir. Ella tiene otros bienes, algunos muy preciosos, pero éste
es el fundamental y condición para todos los demás. Por esto, debe ser protegido
más que ningún otro. No pertenece a la sociedad ni a la autoridad pública, sea
cual sea su forma, conceder este derecho a unos y quitárselo a otros; toda
discriminación de este tipo es injusta, y no hay ninguna causa que provenga de
la raza, del sexo, ni siquiera de la religión que En consecuencia el respeto a la vida humana
se impone desde que comienza el proceso embrionario de esa determinada vida
humana. Desde el momento en que se dé la fecundación del óvulo, se inicia una
vida que no es ni del padre ni de la madre, sino de un nuevo ser humano que se
desarrolla por sí mismo. Por lo demás, nunca llegaría a ser humano, si no lo
fuese ya desde aquel momento. A esta evidencia de siempre (totalmente
independiente sobre el momento de la anidación), la ciencia genética moderna
aporta preciosas confirmaciones. Ella ha demostrado que del primer instante
queda fijado el programa de lo que será este ser viviente, a saber: un ser con
vida humana provisto ya con todas sus notas propias y características, de
manera que con la fecundación ha comenzado la maravillosa aventura de una vida
nueva; cada una de cuyas grandes capacidades exige tiempo para ponerse a punto y
estar en condiciones de actuar. Lo menos que se puede decir, es que la ciencia
actual, en su estado más evolucionado, no da ningún apoyo sustancial a los
defensores del aborto. Por otra parte, desde la más elemental ética,
aunque hubiera alguien que tuviese alguna duda sobre la cuestión de la
concepción humana desde el principio, sería igual objetivamente un acto criminal
atreverse a afrontar el riesgo de un homicidio, porque “ La Tradición cristiana es clara y unánime
desde el principio en defensa de la vida, desde el mismísimo momento de
Que María, Madre de Dios y de los hombres,
interceda ante su Hijo Jesús para que defendamos el maravilloso don de la
vida. Con nuestro saludo fraterno y bendición
personal. 31 de Mayo de 2006, Fiesta de la Visitación de la Virgen. Esteban Laxague, Obispo de Viedma; Fernando
Maletti, Obispo de Bariloche; Néstor H. Navarro, Obispo del Alto Valle; Miguel
Esteban Hesayne, Obispo Emérito de Viedma; José ______________________________________ NOTIVIDA,
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