NOTIVIDA,
Año VI, nº 350, 8 de mayo de 2006 Cámara
de Diputados de la Nación Por Las mujeres
que sufren más violencia son las embarazadas, en ese caso además hay dos
víctimas, la madre y el bebé en gestación. No obstante se prevé excluir a este
último –el que corre mayores riesgos- de las leyes que intentan proteger contra
la violencia. El 18 de
abril, cuando los diputados de la Comisión de Familia del Congreso de la Nación
analizaron el tipo de violencia sobre la que debían legislar prioritariamente,
Recordemos
que en la Ley de Protección integral al niño los legisladores
se negaron a incluir las reservas que nuestro país le hizo a
Por las
mismas razones ideológicas el proyecto que “intenta erradicar la violencia
contra la mujer” no menciona a la mujer embarazada, que es la que sufre mayor
violencia. El proyecto elaborado por Violencia durante el
embarazo Según
Entre las causas
están: * La crisis
de transformación y transición familiar o de la relación hombre-mujer, que
incrementa el stress, debido a que conlleva obligaciones, responsabilidades y
gastos extras y/o que ha precipitado la legalización de la unión.
* La
frustración sexual al espaciar las relaciones por cuidar un embarazo
problemático, por desinformación o por acción de los mitos que versan sobre el
temor o las fantasías que despierta en el hombre esa “tercera persona”
interpuesta e invisible. * Los
cambios en la mujer que en ciertos casos la alejan de la actividad sexual por
ensimismarse en su embarazo o por sus malestares: vómitos, mareos, etc.
* La
necesidad de apego infantil insatisfecha en el hombre violento, que con el
embarazo de su mujer se reactiva. Surge el temor al abandono o desapego que
resulta ser el prólogo de la ira o episodio de violencia. * La
dificultad de desarrollar un rol paterno maduro y protector, dado que es
habitual que el hombre violento haya sido maltratado o testigo de violencia en
su infancia. * La
posesividad y el control que el hombre violento ejerce sobre su mujer (…) el
abdomen abultado de la mujer se convierte en * El control
del embarazo por profesionales médicos también exacerba sus celos y posesividad,
pues no tolera que “toquen” o “vean” el cuerpo de la mujer al cual considera
suyo. * El rechazo
insoportable que le produce la “deformación” del cuerpo de “su” mujer lo lleva a
atacar ese vientre prominente que física y psicológicamente se
interpone. * La
existencia de violencia previa al embarazo es un elemento predictivo de que haya
una alta probabilidad de que éste no contribuya a modificar tal patrón de
conducta sino a intensificarlo. * El llamado
“abuso prenatal” también puede darse por querer provocar un aborto
adrede. * El
desempleo, la familia numerosa, el hacinamiento habitacional, son otros
factores, pero también existen otros en las clases acomodadas: que el embarazo
interfiera en algún proyecto de viaje o trabajo; que la mujer no pueda acompañar
al hombre en determinadas actividades sociales o deportivas en las cuales
necesita su presencia o que actúe como anfitriona; el disgusto o “desprecio
estético” por la esbeltez o silueta “perdida”. * Las
dificultades de movilidad de la mujer para realizar las tareas habituales y que
las tenga que asumir el hombre. * La
excesiva juventud de la pareja o su inestabilidad como tal.
* Estilo de
vida asocial o poco saludable: delincuencia, adicciones. Consecuencias La agresión
física a una mujer embarazada pueden provocar, entre otros: Aborto, Pérdidas, Hemorragias,
Contracciones prematuras, Ruptura de membranas, Injuria placentaria, Injuria al
miometrio, Rotura de bolsa, Infecciones, Desprendimiento de placenta, Parto
prematuro y Cesárea de urgencia El bebé
puede sufrir: Muerte, Traumatismos,
Hipoplasia pulmonar, Deformaciones ortopédicas, Anemia, Alteración homeostática,
Hemorragias, Ruptura de órganos, Hipoxia, Traumatismo craneal, Daño cerebral,
Nacimiento prematuro, Bajo peso al nacer, Menor talla, Menor probabilidad de
supervivencia durante el primer año de vida, etc. Conclusión
Tal como
ocurre cuando se intenta legalizar el aborto en los casos de violación, en los
casos de “violencia contra la mujer” se ignora a una de las dos víctimas. La más
débil e indefensa. Si el bebé no muere cuando la madre que lo está gestando es
maltratada, su desarrollo
queda seriamente comprometido. Un proyecto como
el de Carrió y Rodríguez que
“pretende erradicar la violencia contra la mujer” e ignora esta realidad
-resaltada en todos los estudios sobre el tema- sólo puede tener móviles
ideológicos. Y desde la concepción ideológica en boga se
"violenta a la mujer" cuando se le limita el pleno ejercicio de sus
“derechos sexuales y reproductivos” -anticoncepción, esterilización voluntaria,
libre elección de la orientación sexual y aborto- (Vid Notivida 344).
FIN ______________________________________ NOTIVIDA, Año
VI, nº 350, 8 de mayo 2006 Editores:
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