NOTIVIDA,
Año VIII,
nº 544, 5 de septiembre de 2008
Entre
Ríos, Argentina
REFORMA
CONSTITUCIONAL: CATEGÓRICO RECHAZO A LAS UNIONES
CIVILES
En
el día de ayer y con la firma de Mons. Mario Maulión,
Arzobispo de Paraná; del Pastor Ricardo Díaz,
Presidente de Federación de Consejos de Pastores de Entre Ríos; del Pastor Ramón
Sale,
Subdirector de Cultos y Colectividades de la Municipalidad de Paraná y del
Pastor Kucharenko,
Presidente de Consejo de Pastores de Paraná; distintas instituciones religiosas
hicieron público su rechazo al proyecto sobre “uniones civiles” que trataría
esta tarde la Convención
Constituyente.
El proyecto
de reforma, afirman: “ofende la moral pública de millones de familias argentinas
que han enseñado y quieren seguir enseñando a sus hijos que la unión matrimonial
tiene como fundamento la unión libre y permanente de un varón y una mujer. Lo
que "se puede descubrir a partir de los elementos biológicos y
antropológicos por la fuerza de la razón".
Respecto a la
convivencia de personas del mismo sexo puntualizan: “Otorgarle legalidad
perjudicará sin duda de una manera netamente negativa a la familia argentina”
(.) “Constituye una grave injusticia sacrificar el bien común y el derecho de la
familia con el fin de obtener bienes que pueden y deben ser garantizados por
vías que no dañen a la generalidad del cuerpo social”.
A
continuación el texto completo del comunicado:
¿UNION CIVIL
DEL MISMO SEXO EN LA CONSTITUCIÓN
ENTRERRIANA?
“El Estado
reconoce a las personas el derecho a unirse libremente con independencia de su
sexo u orientación sexual, en una relación de afectividad estable y pública, con
tratamiento normativo equivalente al de los cónyuges. La inscripción legal de
dichas uniones será formalizado en las oficinas del Registro del Estado Civil de
las Personas, en la forma que lo establezca la ley”.
Con este
enunciado algunos convencionales proponen que en la Constitución de la Provincia de Entre Ríos
se incorpore la unión civil o de parejas del mismo sexo. Nos encontramos ante un
intento de hacer que cualquier tipo de unión, incluso entre personas del mismo
sexo, sea jurídicamente equivalente al matrimonio, que es una unión estable de
un varón y una mujer.
Como varones
y mujeres cristianos rechazamos este intento de oficializar lo que nuestra
constitución nacional también rechaza en el enunciado del articulo 19 cuando
dice: “Las acciones privadas de los
hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen
a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los
magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no
manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe”.
Este proyecto
lo consideramos anticonstitucional por las siguientes
razones:
1. En primer
lugar es claro que ofende la moral pública de millones de familias argentinas
que han enseñado y quieren seguir enseñando a sus hijos que la unión matrimonial
tiene como fundamento la unión libre y permanente de un varón y una mujer. Esto
es patrimonio no sólo de los creyentes sino de una gran parte de nuestra nación
argentina. No se trata de un dato exclusivamente religioso. Se puede descubrir a
partir de los elementos biológicos y antropológicos por la fuerza de la
razón.
Sólo la unión
estable de un varón y una mujer está en condiciones de asegurar adecuadamente la
procreación y la supervivencia de una sociedad humana. De ahí que equiparar
cualquier otro tipo de unión significa ir en desmedro de la importancia
fundamental de la institución matrimonial y familiar.
2. En segundo
lugar, también es claro que perjudican a un tercero, ya que a partir de
determinar la legalidad de este tipo de uniones se pone un fuerte
condicionamiento a la educación que muchos padres quieren impartir a sus hijos
en el seno de la familia, haciendo esta tarea propia de los padres muy difícil y
complicada. La libertad de unirse o no con seres del mismo sexo siempre se ha
ejercido como hecho o fenómeno privado, aunque la gran mayoría de las familias
argentinas no compartan esto. Consideramos que otorgarle legalidad perjudicará
sin duda de una manera netamente negativa a la familia
argentina.
3. Convivir
con personas del mismo sexo u orientación sexual, como se dice, cabe dentro de
lo que el articulo de la constitución nacional garantiza diciendo: “las acciones privadas de los
hombres...” De hecho hay muchas otras acciones privadas de los
hombres que también ocurren dentro de esa libertad y que se resiste a
aprobar, pero que están a la puerta de cada hogar, golpeando para poder entrar y
hacerse espacio como un valor socialmente aceptado, para luego exigir legalidad.
En este caso no es sólo la religión cristiana la responsable de propiciar la
normativa para una sociedad mas sana, sino también lo son las autoridades que
esta sociedad ha escogido.
4. No se
puede aducir que legalizar este tipo de uniones es necesario para evitar que los
convivientes pierdan el efectivo reconocimiento de los derechos comunes que
tienen en cuanto personas y ciudadanos. Como todos los ciudadanos, pueden
recurrir al derecho común para obtener la tutela de situaciones jurídicas de
interés recíproco. Constituye una grave injusticia sacrificar el bien común y el
derecho de la familia con el fin de obtener bienes que pueden y deben ser
garantizados por vías que no dañen a la generalidad del cuerpo
social.
5. Finalmente
afirmamos que: No juzgamos a las personas aunque no la compartimos ni aprobamos
las conductas incoherentes o contrarias a la naturaleza humana, como no
compartimos el robo, el asesinato, la mentira, etc., ni tampoco los
discriminamos sino que como pastores abrimos las puertas de nuestro templos para
ayudar a toda persona, que quiera ser ayudada, a hallar un camino mas excelente,
que para los cristianos es el que es alumbrado por las enseñanzas de la palabra
de Dios, la
Biblia.
Firman
las siguientes instituciones:
Asociación
Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina;
Arzobispado de Paraná; Unión de las Asambleas de Dios; Federación Argentina de
Iglesias Evangélicas; Convención
Evangélica Bautista Argentina; Federación de Consejos Pastorales Evangélicos de
Entre Ríos y el Consejo de Pastores de Paraná.
Pastor
Lic. Ricardo Díaz, Presidente de Federación de Consejos de Pastores de Entre
Ríos, Pastor Ramón Sale, Subdirector de Cultos y Colectividades de
la
Municipalidad de Paraná, Pastor Kucharenko, Presidente de
Consejo de Pastores de Paraná y Mons. Mario Maulión, Arzobispo de
Paraná
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NOTIVIDA, Año
VIII, nº 544, 5 de septiembre de 2008
Editores: Pbro.
Dr. Juan C. Sanahuja y Lic. Mónica del Río
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