Resumen de “Una
base racional para la regulación en Arkansas”
Por George A.
Rekers
Ph.D.,
Professor, University of South
Carolina
Hay
al menos tres razones principales por las que la prohibición de la adopción de
niños por homosexuales tiene una fundamentación racional:
A)
La
estructura y forma de vida de una pareja homosexual expone a los
niños adoptados en un nivel de stress mucho mayor que
el que se vive en una pareja heterosexual. Como es sabido, los
niños entregados en adopción son mucho más vulnerables de
por sí al stress, pues normalmente proceden de familias rotas, han sufrido en
ocasiones abusos y tienen una carencial emocional muy
grande.
Por
otra parte, se sabe que la frecuencia de depresión, ideas suicidas, alteraciones
del comportamiento y abuso de alcohol y drogas es mucho más frecuente entre las
parejas homosexuales que las heterosexuales. Como consecuencia, la adopción por
homosexuales empeoraría el
stress de
unos niños que ya son más susceptibles a problemas psicológicos que el resto de
niños de su edad.
B) Las
uniones homosexuales son mucho más inestables y más cortas que
las heterosexuales , por lo que sería mucho más frecuente que se interrumpiera
la adopción o esta fracasase. Se sabe que los cambios de
una familia o casa a otra, afectan mucho a los niños adoptados, que sufren
psicológicamente.
En
otros estudios se estima una duración
media de dieciocho meses en una unión homosexual ,
lo que no garantiza una estabilidad, necesaria para el bienestar del
menor.
C) La
estructura de una unión homosexual hace que el niño carezca de todas las
aportaciones positivas que sólo están presente en las uniones heterosexuales
La
pareja homosexual no puede aportar el modelo de padre y madre necesario para el
desarrollo psicológico normal del niño, el significado de la relación
marido-mujer
A
continuación el Dr Rekers expone estos tres puntos de una forma más
ampliada:
A) La
estructura y forma de vida de una pareja homosexual expone a los niños adoptados
en un nivel de stress mucho mayor.
Esta
situación es fácilmente evitable, simplemente prohibiendo la
adopción.
a1) Los
niños en adopción están sometidos a un stress mayor que otros niños de su
edad.
Aquí
enumera muchas de las causas de stress por las que pasa un menor en adopción:
separaciones de
los padres biológicos y hermanos, carencias afectivas, maltrato físico y
emocional, abuso sexual, fallecimiento de los padres, adaptación a unos nuevos
tutores-guardadores puestos por la Administración, una nueva casa, un nuevo
vecindario, una nueva escuela. Por todas estas situaciones, entre el 50% y el
80% de estos niños tienen problemas psicológicos y mentales, a veces heredados
de los padres genéticamente.
El
problema psicológico más importante es el conocido como Desajuste o
Desquilibrio, que ocurre cuando el niño sufre más stress del que puede soportar,
produciéndole a la larga, problemas de depresión, ansiedad, alteraciones de
conducta y emocionales. Esta situación de desajuste se vería empeorada ante la
adopción por una pareja homosexual
a2) Las
parejas homosexuales tienen más problemas psicológicos y de adicción a drogas,
lo que expone al niño a un mayor stress.
Es
fácil de entender que cuando mejor sea la salud física y mental de los padres
adoptantes, mejor va a ser para el niño adoptado. Precisamente para compensar el
problema de desajuste del niño, una buena salud mental de los padres adoptantes
es clave.
Sin
embargo los homosexuales
tienen una frecuencia mayor que los heterosexuales de problemas psiquiátricos y
físicos como SIDA, sífilis, abuso de drogas. En el mayor estudio de este tipo
realizado en el Reino Unido, en más de 2000 personas, publicado en el 2003, se
observó que cerca del 70% de los homosexuales y bisexuales tenían un problema
mental, frente al 30% de los que eran heterosexuales.
En
numerosos estudios (Wichstrom and Hegna, 2003) se ha visto como el
comportamiento homosexual era un predictor de riesgo de suicidio entre
adolescentes, siendo el doble de frecuente entre jóvenes homosexuales que entre
heterosexuales (Rusell and Joyner, 2001).
Las
mujeres homosexuales reunen con frecuencia los criterios de alcoholicas (Cochran
2000), uso de anfetaminas entre varones homosexuales (Copeland, 2001), uso de
extasis con el doble de frecuencia (Boyd, 2003), problemas con la policia,
conducir ebrio, pérdidas de memoria (Mc Cabe, 2003). Como reconoce la CDC
(Centro para control de enfermedades de Atlanta), la depresión, la adicción a
drogas y alcohol y la violencia, más frecuente entre los homosexuales, les hace
más vulnerables a ser incapaces de seguir las medidas de protección para
prevenirse del contagio del SIDA .
¿Qué
tipo de soporte, educación y apoyo puede dar esta población a un niño que ya de
por sí tiene problemas? Los hijos de padres depresivos tienden a ser depresivos,
los hijos de padres que beben, suelen tener problemas de disciplina y de alcohol
a llegar a adultos (Di Lauro, 2004)
a3) La
mayoría de la población en Estados Unidos rechaza la unión homosexual (cerca del
60% la ven como totalmente errónea).
Esta
situación, que se da también en la gran mayoría de los países, hace que los
hijos de parejas homosexuales sufren la discriminación e insultos de sus
compañeros en clase, y de la sociedad en general.
Se
produce un miedo por el menor a hablar de su familia, con una disminución de la
vida social por el rechazo percibido. Aunque esta situación sea algo no deseable
es una realidad y supone un stress añadido para el niño en adopción. De hecho ya
hay muchos estudios que demuestran los resultados
negativos de esta homofobia en los niños.
B. Las
uniones homosexuales duran menos y son menos estables que las
heterosexuales.
Son
además menos capaces de proveer de una situación psicológica estable para el
hogar.
Las
parejas homosexuales tienen una media de tres veces más contactos sexuales que
las parejas heterosexuales.
Se ha
estimado en una media de dieciocho meses la duración de la relación
homosexual.
Una
razón más para evitar este tipo de adopción es para proteger a los niños
adoptados de ser abusados o molestados sexualmente. En un estudio (Tomeo 2001),
se observó que en una comparación, el 46% de los gays habían abusado en algún
momento de un menor, frente al 7% de los varones heterosexuales. Además los
homosexuales tienen una media de tres veces más contactos que los homosexuales,
por lo que las posibilidades de abuso son mayores
C) La
estructura familiar homosexual priva a los niños de características positivas
que sólo están presentes en las familias
heterosexuales.
Entre
las razones que argumentan los que están a favor de la adopción por
homosexuales, están los que dicen que cambiar pañales, llevar el niño a la
escuela, o dar de comer al niño, tiene poco que ver con la orientación sexual de
los padres.
c1) Pero
la estructura familiar sí es importante.
Por eso,
de hecho, se niega la capacidad de adoptar por ejemplo a una pareja recién
casada en la que ambos tienen sólo dieciocho años,
a pesar de que por ejemplo tendrán las energías físicas y la juventud, pero les
falta la garantía de estabilidad de la unión que dan los
años.
De
la misma forma también se niega la adopción a un matrimonio
por ejemplo de más de 90 años ,
pese a que por seguro tienen una experiencia vital importante, pero carecen de
la seguridad de una continuidad en los cuidados por un mínimo número de
años.
O el
caso de una pareja recién venida de Asia que quiera adoptar una niña en Estados
Unidos.
Pese
a que tengan muy buenas habilidades en la educación de los hijos, el no conocer
el idioma ni las características propias de la estructura familiar americana no
le permitiría adoptar un hijo en un país extranjero.
Lo
mismo ocurriría ante defectos físicos
insalvables de los padres, como por ejemplo en el caso de que ambos fueran
ciegos y sordos, recién salidos de la cárcel,
etc.
De
la misma forma, por la inherente estructura de la unión entre dos personas
homosexuales, puede hacer que aunque ellos tengan individualmente capacidades en
educación etc, pero como pareja les hace no idóneos para
adoptar.
c2) Sólo
un padre y una madre proveen del modelo adecuado necesario para satisfacer todas
las necesidades de un niño en adopción.
Los
padres heterosexuales producen que el niño pueda entender:
1)
el papel social de una relación estable entre hombre y
mujer
2)
el papel social de un padre y una madre en la educación de los
hijos
3)
el modelo de relación padre-hijo
4)
el modelo de relación madre-hijo
c2.1) La
contribución única del padre al desarrollo adecuado de los
hijos
La
figura del padre como modelo masculino para el hijo se ha asociado con un
beneficio en el éxito del funcionamiento del proceso de adopción.(Walsh,
1990).
Por
ejemplo los padres ayudan más a los
hijos que las madres a ser independientes y competitivos y a asumir
riesgos.
También son importantes en el control
emocional de los hijos (Gottman
1997).
La
implicación del padre en el aprovechamiento
del estudio de sus hijos se
asociado con un mayor rendimiento escolar (Nord, 1997). La implicación y
cercanía del padre con los adolescentes conlleva un menor riesgo de alteraciones
de conducta y estrés emocional en los hijos.
Los
padres que juegan con sus hijos serán después más comprensivos con los
sentimientos y emociones de éstos lo que hace los hijos ser más equilibrados en
sus relaciones sociales y menos agresivos en la escuela (Hart,
1998). La influencia de los compañeros a que consumieran drogas quedó muy
disminuida por la cercanía del hijo con su padre, con un vínculo mayor para el
padre que para la madre. (Dorius, 2004).
El papel
de padre en la familia está normalmente más orientado a la acción, a establecer
las normas ó límites de lo que se debe o no hace, en contraste con la función
más expresiva y de soporte emocional de la madre. En algunos estudios se ha
visto que el papel del padre en la identificación con el propio género es
incluso mayor para el padre, al asumir normalmente éste el papel de enseñar a
los hijos cual es el papel de éstos en la sociedad.
En
un estudio longitudinal de Heatherington (1972), se encontró que las niñas que
crecían sin la figura del padre por fallecimiento de eran tímidas en el trato
con adolescentes de su edad, mientras que las chicas cuyo padre se marchó de
casa por separación o divorcio, fueron muy activas sexualmente durante la
adolescencia, con altas tasas de embarazo no deseado.
En
1995, Blankenhorn observó que para las chicas que no tienen una relación de amor
y afecto estable con el padre, creerán que la única relación posible con los
hombres será bajo una visión utilitarista, de explotación mútua, con mayor
número de contactos sexuales, evitando el compromiso.
Young
en 1995, observó que cuando los padres muestran un comportamiento autoritario
pero al mismo tiempo buscan el diálogo con los hijos para hablar de sus
problemas, éstos tenían un mayor nivel de satisfacción, por el hecho de sentir
que “le importan” a su padre, frente a aquellos padres que no corrigen a sus
hijos por comodidad o temor a contristar
c2.2) Las
contribuciones únicas de la madre al desarrollo de los
hijos
En
una revisión en el 2003 de Ishii-Kuntz, se encontró que mientras que para los
padres el papel que ellos entendían que debían asumir era el de jugar con sus
hijos, el de las madres era más el de “estar atentas” y realizar las tareas de
bañarlos, cambiarlos de ropa, hacer los deberes, y darles de
comer.
Las
madres son el modelo para las hijas con el que identificarse. Además tienen un
papel fundamental en explicar a los hijos cual debe ser la relación con sus
compañeros, y para que sus hijos sepan desenvolverse socialmente al estar fuera
de casa. Un déficit en estas tareas se ha asociado con problemas en las
relaciones sociales en la vida adulta (Parker,
1987).
c2.3) La
aportación única del padre y la madre juntos al desarrollo de los
hijos
De
forma normal, el niño necesita para un desarrollo emocional, social y
psicosexual normal la identificación con el padre del mismo sexo y el papel
complementario del padre del otro sexo. El padre, la
madre y los hijos se influyen mutuamente por las relaciones entre ellos. Así por
ejemplo, las madres influyen indirectamente sobre los hijos al influir en la
cantidad y la calidad de la relación padre-hijo (Minuchin
2002).
Los
hijos en adopción han sufrido la carencia de la interacción entre los padres
para su desarrollo, por eso están todavía más necesitados de que esa aportación
se realice mediante una pareja heterosexual.
c3) Los
trabajos que se realizan en adopción homosexual no valoran las características
inherentes a la pareja homosexual ni los factores de stress en el niño adoptado
La
mayoría de los estudios fallan en la selección de la muestra. Así
por
ejemplo, si se
selecciona parejas homosexuales sin problemas psicológicos, de una población de
voluntarios, no será una muestra representativa de la población general de
homosexuales, y tendrán algunos buenos resultados en la educación de los
hijos.
La
mayoría de los estudios no están hechos en niños adoptados sino en niños cuyo
padre biológico se define como homosexual después de muchos años de convivencia
familiar. Los vínculos padre-hijos serán fuertes y el hijo tenderá a comprender
con más facilidad de esta forma a su padre. Sin embargo en el caso de los niños
adoptados por homosexuales no sería así al no existir un vínculo afectivo previo
y además el menor procederá de normalmente de unos padres heterosexuales, por lo
que la nueva situación le producirá rechazo.
Estos
niños además no tendrán los problemas de estrés que tienen los niños en
adopción, que son más vulnerables a la inestabilidad de la pareja, a la falta
del padre o de la madre, etc. Por ello los resultados que encuentran que estos
niños, hijos de padres biológicos que se declaran homosexuales no tienen
problemas psicológicos no son extrapolables a los niños adoptivos, con problemas
de stress inherentes a su situación previa a los que se añade la situación de un
nuevo padre, no biológico y homosexual.
La
mayoría de los estudios comparan los resultados en los hijos de ser educados por
dos lesbianas, seleccionadas para que tuvieran estudios superiores y con fuertes
ingresos económicos y las comparan con familias heterosexuales en las que ha
fallecido el padre o la madre. Como es lógico, dos personas proveen más recursos
económicos, energía, tiempo, etc., que una sola y el hecho de que no se
encuentren diferencias entre ambos no quiere decir que sean
comparables.
Como
muchos estudios están hechos en padres biológicos que revelan a sus hijos su
homosexualidad al ser mayores, no es posible saber cual es la contribución de
los hijos en la educación como hetero o homosexual y en muchos casos las
lesbianas reconocen que no revelaron su condición a sus hijos adoptados hasta
pasado un tiempo.
c4) La
mayoría de los trabajos científicos sobre adopción homosexual tienen
limitaciones metodológicas importantes,
muestras insuficientes, etc. Así por ejemplo, Patterson en 2000 apuntó las
siguientes observaciones:
-La
mayoría de los estudios se han realizado en personas de raza blanca, bien
educados, de clase media y trabajadora.
-No
hay estudios de tipo longitudinal para saber qué pasa con los hijos a lo largo
del tiempo
Similares
objeciones han sido expresadas por Shumm (2004), además de explicar el hecho de
que al rechazar la hipótesis nula no quiere decir que aceptemos la alternativa.
Es decir, el que no podamos encontrar diferencias se debe más a la falta de
calidad del trabajo, por ejemplo al usar una muestra insuficiente y eso no
quiere decir que podamos pasar de ahí a que no hay
diferencias.
En
un estudio de 148 páginas publicado por Lerner y Nagai, (2001) expertos en
análisis cuantitativo de la Universidad de Chicago, titulado “Sin
fundamento: lo que los estudios no dicen sobre la adopción por
homosexual”,
concluyeron que los 49 estudios estaban sesgados en su método y en las
conclusiones que obtuvieron.
En
el 2002, en otra revisión, Rekers encontró las siguientes
deficiencias:
-
Falta de un grupo heterosexual de control
-
Falta de un grupo de control de padres biológicos
-
Muestra insuficiente, no tomada de forma aleatoria, inapropiada para las
preguntas de la investigación
-
Falta de reproductibilidad y validez en las medidas (cuales fueron los criterios
para establecer la homosexualidad o la heterosexualidad?)
-
Falta de anonimato en los participantes
-
Se acepta la hipótesis nula
c5) El
mejor desarrollo y bienestar procede de hijos de padres heterosexuales
casados
Sarantakos en
1996 comparó 174 grupos de chicos divididos en tres grupos según que sus padres
estuvieran casados, cohabitaran o fueran homosexuales. Los resultados fueron los
siguientes:
En la
adquisición del lenguaje, matemáticas, y ciencias sociales, los mejores
resultados fueron para los hijos de casados, después para los hijos de los que
cohabitaban y después los hijos de homosexuales. Lo mismo sucedió para la
práctica de deportes y la sociabilidad.
Los
hijos de padres homosexuales fueron más tímidos, inseguros para trabajar en
equipo, miedosos para hablar de su familia, introvertidos, y con dificultades
para relacionarse con un compañero que fuera diferente al sexo de sus padres
adoptantes. Los hijos sufrieron con frecuencia las bromas de sus compañeros
sobre sus padres.
En
cuanto a la identidad sexual, los hijos de padres gays, tendieron a tener
conductas y aficiones más propios de niñas que de niños de su
edad.
Más
adelante en este trabajo se compara el desarrollo de los hijos comparando los
hijos de un matrimonio heterosexual con los de hijos de padres que cohabitan, y
con hijos de familias monoparentales (homo o heterosexual), produciendo siempre
mejores resultados en el caso de hijos de padres casados y
heterosexuales
CONCLUSIÓN
Sólo las
parejas casadas heterosexuales son capaces de cubrir las necesidades específicas
que tiene un niño en adopción, y una pareja homosexual, por las características
inherentes de esta relación, no puede proporcionar
De
esta forma, la regulación de Arkansas decide evitar la situación estresante
innecesaria para los niños adoptados de someterse a una adopción homosexual,
siendo el ser heterosexual una condición necesaria para la
adopción.
De
la misma forma que una pareja recién casada de 18 años, otra de 90, o un preso
recién salido de la cárcel pueden dar en situaciones de excepción una educación
incluso mejor que una pareja heterosexual sin estos impedimentos, hay algo
inherente a estas estructuras familiares, de la misma forma que la hay en la
relación homosexual que los incapacita para adoptar
Y
concluye: el Estado de Arkansas no debe emplear a los niños como conejillos de
indias
en el servicio de una agenda política o de un determinado grupo de
presión.